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Daniela Montoya

 

¿EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DEL COMUNICADOR Y PERIODISTA, UNA RESPONSABILIDAD COMPLEJA?

 

Es fácil que comunicadores y periodistas cuando ejercen la profesión sean vulnerables a caer en la trivialidad, es decir, que cuando ejercen lo hagan de manera tal que va perdiendo ese plus demás que hace que el periodismo y la comunicación sea verdaderamente interesante. Si bien es cierto, cada comunicador y periodista maneja su profesión con su propio estilo o toque personal, es importante que ese estilo no se pierda a medida que pase el tiempo, es por ello que estos profesionales deben hacer un esfuerzo para que su trabajo no sea repetitivo y ordinario.

 

Ahora, en cuanto al interrogante planteado si la profesión del comunicador y el periodista es una responsabilidad compleja, pues para el bien de la profesión, necesariamente debe ser compleja en el sentido de que quien lo ejerce debe salirse del molde de lo ordinario y pasar a lo extraordinario con ideas que ayuden a evolucionar el periodismo y la comunicación. Tal como se advierte en la revista virtual Razón y Palabra en su artículo Comunicación compleja: "Perturbaciones y fluctuaciones en la interacción comunicativa" de L. Alejandro Peñuela Velásquez y Luis Guillermo Álvarez García donde señalan que: “Cuando hablamos de comunicación compleja como un nuevo paradigma, intentamos ir más allá de las ideas clásicas y mecanicistas enfatizando que se trata de procesos no lineales… La comunicación es cambiante, polisémica, multívoca y de grandes matices interdinámicos; en otras palabras, es un complejo que podemos llamar en este caso, un proceso de interacción comunicativa”.

 

Ahora, para Edgar Morín el pensamiento complejo es cuando el sujeto se ve obligado a desarrollar una estrategia de pensamiento que no sea reductiva sino reflexiva, es por ello que el periodista y el comunicador permanentemente deben buscar estrategias de comunicación que incentiven la invención de nuevas ideas que ayuden a llegar a quien recibe la información con total responsabilidad, no solo con ellos, sino responsabilidad con la profesión aspirando a ser mejores profesionales al momento de comunicar.

 

De tal importancia es la complejidad para el periodismo y la comunicación, que existe una responsabilidad de informar al receptor de manera cambiante y evolucionaria, para que ese proceso comunicativo sea cada vez más atractivo para el receptor partiendo de la búsqueda de nuevas alternativas que alimenten la experiencia del profesional teniendo en cuenta que la sociedad también va cambiando y permanentemente buscan conceptos que sean llamativos y de total interés. Es entonces una responsabilidad compleja para el bien de la profesión donde la recursividad del periodista o comunicador tiene que salir a flote en la búsqueda de modificar las formas de comunicación haciendo un análisis sobre los temas de actualidad y del cómo es la mejor manera de acercarse al otro sin perder la objetividad.

 

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